“El guijarro: Mientras estás sentado en quietud y respiras lentamente, imagina que eres una piedrecita que cae en las límpidas aguas de un riachuelo. Mientras se hunde en el agua no intentas guiar su movimiento. Húndete hasta llegar a la suave arena del lecho del río: al punto de una absoluta quietud. Sigue meditando en el guijarro hasta que tu mente y tu cuerpo se hayan aquietado por completo y sean como una piedrecita reposando en la arena. Mantén esta paz y alegría durante media hora mientras observas tu respiración. Ningún pensamiento sobre el pasado o el futuro pueden alejarte de la paz y alegría del presente. El universo existe en este momento presente. Ningún deseo puede apartarte de la paz que sientes ahora, ni siquiera el de convertirte en un Buda o el de salvar a todos los seres. Ten en cuenta que sólo podrás convertirte en un Buda y salvar a todos los seres si te basas en la pura paz del momento presente.”
Tich Nhat Hanh, El Milagro de Mindfulness
Comentarios